Rodrigo es sociable con otros perros y gatos. Es juguetón, noble y tranquilo. Apareció abandonado en un pueblo, donde un individuo, famoso por su crueldad, le rompió una pata. Fue recogido por una señora, que lo engañó ofreciéndole comida y ganándose su confianza.
¡Muchísimas gracias por salvar a este animal!