Preciosa y cariñosa, un 10.
A Lunai la oyeron maullar durante toda la noche en la calle. No sabemos cómo llegó allí, pero por la mañana la señora que la oyó vio que seguía allí y que era una gatita muy cariñosa que buscaba el contacto con la gente.
Es todo amor y se lleva genial con los niños y gatos con los que convive, es una gatita perfecta.