Lolo vivió en una familia su primer año de vida pero después de este tiempo decidieron mudarse a otra ciudad y decidieron llevaron al veterinario para sacrificarlo. La veterinaria se negó y dijo que se lo quedaba ella y se lo dio a una chica a la que le gusta mucho los gatos pero no tiene recursos y tiene muchos en casa.
Lolo después de estos años sigue allí viviendo en la terraza de la casa con otros cuatro gatos sin calor humano. Urge muchísimo su adopción. Esta muy estresado en esta situación.