La historia de Gaia es muy triste, a su corta edad ya sabe lo que es la inconsciencia humana.
Nos avisó su familia, la cuál dejaron una noche entera con el cráneo partido, del estado de la perrita y que no podían hacer frente a sus facturas. Obviamente, nos hemos hecho cargo de ella y ahora se recupera en una casa de acogida de sus lesiones, aunque le van a quedar secuelas, sobre todo físicas, solo hay que ver su cabeza, Gaia nos demuestra que es una cachorra activa, juguetona, con ganas de vivir y ser feliz.
Nació en enero 2021. Se lleva bien con otros perros.
Si quieres ofrecerle un hogar y enseñarle lo que es una familia, no dudes en contactar.