César no tiene maldad alguna. Por su comportamiento, se nota que ha estado viviendo dentro de casa, en familia. Es el sitio en el que se muestra más tranquilo y cómodo. Respeta a los gatos, aunque le dan mucha curiosidad; procura acercarse a ellos para jugar y ya se ha ganado algún que otro zarpazo, pero ni así los ataca. César ha sido encontrado en la calle.
¡Muchísimas gracias por salvar a este animal!